
Estrategias de lectura
Las estrategias son métodos empleados por
los lectores para hacer uso de la información proporcionada por el texto. Las
estrategias se aprenden y se ponen en práctica para mejorar la capacidad de
comprensión del lector ante cualquier material impreso y al enseñarlas se
persigue desarrollar el pensamiento y el razonamiento consciente acerca de los
problemas encontrados en el texto, donde cada situación demanda respuestas
diferentes (Duffy y Roehler, 1987). Resulta pertinente destacar, entonces, que
la comprensión de un texto hace intervenir no una, sino diversas estrategias
combinadas. Esto no es incompatible con el trabajo específico dirigido a una u
otra estrategia, lo que no debe perderse de vista es que "éstas son un
medio para la comprensión, y no una finalidad en sí mismas" (Solé,
2001, p. 27).
Son diversas las estrategias utilizadas
por el lector para obtener, evaluar y emplear la información, sin embargo,
resulta posible inducir su uso para incrementarlas, perfeccionarlas y adaptarlas
al propósito de la lectura, al tipo de texto y a la complejidad de éste. En el
caso específico de la inferencia, si en un texto la información no aparece
explícita, el lector habrá de recurrir a estrategias inferenciales para
conectar la información implícita con la explícita sobre la base de su
conocimiento previo (Borzone y Marro, 1990).
Entre las estrategias de elaboración cuyo
objetivo es integrar la información presentada con el conocimiento previo, se
halla la de hacer inferencias; estas estrategias permiten la formación de un
vínculo entre el material nuevo y el ya aprendido (Poggioli, 1989) y son
realizadas por el lector "con la intención de crear nuevos elementos que
se relacionen con el contenido del texto para hacerlo más significativo"
(Morles, 1991. p. 264).
Estrategias de pre-lectura
Tienen como objetivo conectar los
conocimientos previos con los nuevos conceptos, de este modo los hechos nuevos
se integran en el campo de los conocimientos ya existentes. Se trata de formar
esquemas, es decir, "un conjunto organizado de conocimientos sobre un
elemento del mundo en particular" (Bartlett, cit. por Renkema, 1999).
Dichos esquemas intervienen favorablemente en la elaboración de inferencias en
virtud de que brindan un marco a la interpretación y la orientan, lo que
facilita la comprensión del discurso (Renkema, 1999).
Los esquemas pueden estar referidos al
contenido o a la organización estructural de los textos, ambos contribuyen a
que la lectura sea más relacional que lineal. El enriquecimiento de los
esquemas previos del lector propicia "un verdadero proceso interactivo
significativo entre el lector y el texto" (Martínez, 1999. p. 41).
Algunas estrategias previas a la lectura serían las siguientes:
- 1.- Indicar el objetivo o propósito de la lectura: lo primero que el estudiante (y,
por supuesto, el docente) ha de tener claro antes de leer un texto es el
objetivo o propósito de la lectura, desconocerlo afectaría la información
extraída del texto (Johnston, 1983).
- Una
vez asignado el texto que habrá de ser leído para el propósito previamente
establecido, se recomienda llevar a cabo estrategias de contenido, que
consisten en diagnosticar qué y cuánto sabe el alumno sobre el tema, para
determinar su conocimiento y experiencias acerca de éste. Esta actividad
puede efectuarse de diversas maneras, entre ellas, discusiones,
intercambio de ideas sobre el tema o mediante la técnica de la pregunta.
Las estrategias de contenido persiguen activar el conocimiento previo
(Dole, Valencia, Ann y Wardrop, 1991). Luego del empleo de estas
estrategias, los resultados permiten detectar si existe conocimiento o
experiencia previa asociada o asociable al tema, si sólo son
pseudoconceptos o conceptos espontáneos (producto de aprendizajes de la
vida diaria donde no ha mediado la instrucción sistemática (Vygotsky,
1973), o si no se posee concepto alguno.
- .- Otras
estrategias recomendadas para ser puestas en práctica antes de la lectura
de un texto son las de estructura (Johnston, 1983). Se necesita constatar
el conocimiento del lector sobre la estructura textual; es conveniente
trabajar con la estructura organizativa del texto y familiarizar al
estudiante con los diversos patrones estructurales que puede tener un
texto de orden expositivo (descripción, colección, causa, problema-solución,
comparación/contraste). Este tipo de actividades incrementa la
comprensión.
- El reconocimiento de diferentes estructuras textuales puede ejercitarse empleando organizadores gráficos (esquemas, diagramas de flujo) en microcomputadoras (Sinatra, 1991) o, en su defecto, en la pizarra.
Estrategias durante la
lectura
Las estrategias que se aplican durante la
lectura han de estar en función de las exigencias del texto y de las
actividades relacionadas con éste. Permiten extraer el significado global de lo
leído, para lo cual se requiere "saber reconducir la lectura",
avanzando o retrocediendo según sea necesario. Al final, los nuevos conceptos
se incorporarán a los conocimientos previos que se han mencionado en las
estrategias de prelectura.
Al iniciar la lectura,
puede procederse de dos modos: dejando que los estudiantes la terminen para
luego ejecutar las demás estrategias o interrumpiéndola con preguntas que
respeten la organización del texto (Slater, 1985). Interrumpir, podría servir
para modificar las inferencias o confirmarlas antes de finalizar la lectura. En
todo caso, la relación con el texto ha de ser activa. A medida que lee, el
alumno predice cómo avanzará el texto, lo que puede ser confirmado o no. Si es
necesario, se modifican las anticipaciones y se plantean otras (Serra y Oller,
2001).
Al final, se evalúa el texto leído, se
integra la nueva información y se incorpora a su conocimiento previo. Los
esquemas iniciales del lector pueden ser reformados en función del conocimiento
obtenido del texto leído (Serra y Oller, 2001).
Estrategias de postlectura
Finalizada la lectura del
texto se proponen diversas estrategias:
1. Estrategias de
preguntas:
1.1. Formulación de preguntas
literales primero y luego inferenciales. De este modo se integraría la
información explícita con la implícita en un todo coherente.
1.2. Formulación de
preguntas únicamente sobre los "elementos perdidos" del texto.
Ventajas de la estrategia de preguntas:
las preguntas facilitan tres veces el número de inferencias que se hacen por la
vía del recuerdo libre (Carr, 1983); amplían y guían la comprensión; promueven
el pensamiento crítico; ayudan a centrarse en conceptos e ideas principales (Nuevas perspectivas
en la enseñanza de la lectura, 1990). El requisito exigido al emplear este
tipo de estrategia es saber qué tipo de inferencia se pretende evaluar con cada
pregunta.
2. Estrategias
de elaboración: son las que permiten generar inferencias y conclusiones,
pensar en implicaciones teóricas o prácticas de la información, evocar ideas y
relacionarlas con las del texto (Morles, 1991). Entre ellas tenemos las
siguientes:
2.1. Relacionar título y contenido: esta
estrategia puede llevarse a cabo también antes de la lectura, realizando hipótesis
sobre el contenido del texto (inferencia a priori), o después de la
lectura, analizando –por ejemplo- las limitaciones del título (inferencia a
posteriori), las expectativas que crea, el nivel de información que
transmite, su relación con la idea principal del texto..
2.2. Deducir
ideas principales, tema del texto, intencionalidad del autor (inferencias
lógicas).
2.3. Generar
nuevas proposiciones producto de la integración de lo leído con el conocimiento
previo: proyecciones a futuro, implicaciones de lo expuesto en el material
leído, aplicación de las ideas o planteamientos del texto, vigencia del tema,
entre otros. (inferencias pragmáticas).
2.4. Esbozar
conclusiones que no estén en el texto (inferencias lógicas, pragmáticas).
Ventajas de las estrategias de elaboración: son de suma importancia,
especialmente para un estudiante universitario, porque inducen a hacer más
significativa la información leída y transfieren el conocimiento de la memoria
a largo plazo a la memoria de trabajo; también integran la información nueva
con el conocimiento almacenado (Poggioli, 1989).
Disponible en:
http://www.scielo.org.ve/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1316-00872002000200009